domingo, 22 de agosto de 2010

Somewhere only we know

Disculpen que utilice el título de una conocida canción de Keane, pero fue lo primero que se me vino a la mente cuando escuché semejante propuesta.

Pues resulta que, Jontahan Lee (un adolescente estadounidense de 13 años de edad) se animó a escribirle una carta a Kim Jong Il (sí, el famoso líder norcoreano). En la cual le proponía la construcción de un bosque de paz. Un bosque construido, para los niños, en medio de las dos Coreas. Algo así como un lugar neutro e independiente del conflicto que parece acercarse cada vez más.

De esta manera, esta iniciativa se convierte en una clara manifestación ante las últimas tensiones entre Corea del Sur y Corea del Norte tras el hundimiento de la corbeta Cheonan (sí, aquella que se hundió en una maniobra militar entre Corea del Sur y fuerzas estadounidenses a escasos kilómetros del paralelo 38; y que pretende convertirse en el nuevo Lusitania o repetir el incidente del Golfo de Tonkin).

Pues bien, después de todo, Jonathan Lee obtuvo una respuesta del líder norcoreano. ¿Y qué podría haberle respondido “el tirano y malvado” Kim Jong Il? Pues bien, éste le señaló que se trataba de una buena idea y lo invitó a pasar unos días en Corea del Norte. Su contraparte, Corea del Sur, también se manifestó ante la genial idea del adolescente. Y por eso, argumentó que, antes que nada, Corea del Norte tendría que firmar un acuerdo de paz con los EEUU.

El segundo manifiesto que persigue la reunificación, fue hecho por un monje surcoreano, que cruzó el paralelo 38 e ingresó a Corea del Norte llevando un mensaje de paz que buscaba la reunificación. La visita ensalzó las ideas de paz y reunificación generando el clima más amigable y pacifista. Y, de esta manera, se presentaron analogías entre la posible reunificación coreana y la reunificación alemana: “si ellos lo hicieron, por qué nosotros no”.

Después de esta alegre visita, las consecuencias fueron: por un lado, la obvia aceptación del pueblo norcoreano y sus líderes. Y por el otro lado, el arresto inmediato del sacerdote apenas dio el primer paso desde la línea del paralelo 38 hasta el territorio surcoreano. Mientras se despedía, parado sobre la línea amarilla del paralelo 38, nadie lo tocaba siquiera. Pero apenas dio el primer paso para cruzarla, fue arrestado.

Cabe mencionar que la acción del arresto se debe a la violación del artículo 7 de la Ley de Seguridad Nacional que penaliza a todo aquel que ensalza a Corea del Norte o promueve la reunificación. Además, la misma Ley de Seguridad Nacional prohíbe a los surcoreanos tener cualquier contacto con Corea del Norte (y mucho menos pisar su suelo) bajo pena de cárcel.

Ahora que sabemos de estas dos manifestaciones que buscan la reunificación de Corea, podemos preguntarnos: ¿Por qué no convendría una reunificación entre las dos Coreas? ¿Acaso alguien no se beneficiaría con esto? Y es que, tal vez, la inconveniencia de algunos podría deberse a que la reunificación podría resultar en la retirada de cualquier presencia militar extrajera en el territorio (incluyendo la de los EEUU).

Recordemos que entre amabas Coreas no existe un tratado de paz, si no un armisticio.

Jonathan Lee junto a Lee Myung-Bak (Corea del Sur)

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