domingo, 28 de junio de 2009

¡¡¡Arriba las manos!!! La cuarta urna, por favor. ¡¡¡Esto es un golpe de Estado!!!

Desde el 24 de junio del 2009 hemos podido observar, en Honduras, la movilización popular en apoyo al Presidente Manuel Zelaya. Además de las marchas en post de la recuperación del material electoral en manos de militares. Dicho movimiento respondía a la actitud y acción del General Romeo Vásquez, quien no permitió el reparto del material electoral para la consulta popular de hoy para la modificación de su Constitución, mediante una cuarta urna. Obviamente la excusa fue la ilegalidad de la consulta, declarada por la Corte Suprema. De hecho, fue a petición del Congreso (controlado por una mayoría opositora) que se declara ilegal. Así que, la destitución del General Vásquez (por parte del presidente de Honduras) origina su restitución (por parte de la Corte Suprema), al día siguiente, por declararla inconstitucional. Entonces, las muestras de apoyo al presidente Zelaya, por parte del pueblo hondureño, se dieron en las calles. Pues se temía lo peor, se anticipaba lo que iba a suceder. Y ahora, justo en horas de la madrugada de hoy, un grupo de militares (aproximadamente sesenta) irrumpieron abriendo fuego, asaltan (en la residencia presidencial) al Presidente Zelaya, lo amenazan de muerte a él y su familia, lo golpean y lo raptan. Es llevado a Costa Rica (no por asilo político, sino por la fuerza), donde recién se sabe de él. Los medios estatales, como el canal 8, también fueron tomados por la oposición. Todo para que en ese momento, los demás canales transmitieran dibujos animados y telenovelas y evitaran de esa manera mostrar lo que venía sucediendo.

Bueno, no es la primera vez que suceden estas cosas en Honduras, víctima de dictaduras en el pasado y de muchas intervenciones por parte de los Estados Unidos. Y actualmente el USAID aportando millones en la región a favor de “programas para la promoción de la democracia”.

Al parecer, el pecado cometido por parte del Presidente Zelaya fue el de fomentar la participación popular ante una limitada participación en sus procesos políticos. Algo muy poco común, si consideramos que tales propuestas vienen de un empresario y ganadero como lo es Zelaya. Quien tal vez hubiera jugado a favor de las cúpulas de poder y “sectores pudientes”. Y a quienes les dijo, frente a cámaras los días anteriores, que permitiría que sigan ejerciendo sus “influencias políticas”, sólo que esta vez, con la participación popular agregada. Pero parece que el miedo a un cambio constitucional que les acorte el alcance de sus influencias políticas pudo más, y el Golpe de Estado se conspiró y se llevó a cabo.

En estos momentos se ha establecido un toque de queda en Honduras. Tal vez, para evitar cualquier manifestación del pueblo hondureño a favor de la restitución de su Presidente Constitucional, y en contra de su gobierno de facto. Como un plus, la Canciller Patricia Rodas se encuentra desaparecida, producto de la intervención golpista.

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