jueves, 4 de junio de 2009

Si la montaña no va a Mahoma,…. ¿Israel va a la montaña?

Hace ya un par de domingos que un programa de noticias, acá en Lima, nos mostraba cómo vivía una familia “peruana judía” en una de las zonas urbanizadas auspiciadas por el Gobierno Israelí. Nos mostraba algunas de sus costumbres adoptadas allá, sus anécdotas, su estilo de vida y demás situaciones. Pero también nos mostraba y se hizo mención del peligro latente que existía para ellos a causa de sus vecinos árabes, vecinos muy cercanos por cierto. Lo que me hizo pensar que en ningún momento se mencionó la Declaración de Annapolis o la Hoja de Ruta, en dicho programa, que es precisamente donde se establecía el desmantelamiento de los asentamientos construidos a partir de la segunda Intifada Palestina. Entonces, ahora se vienen estableciendo áreas urbanizadas que, al parecer, violan dicho acuerdo.

Se reconoce a Israel como Nación, mediante estos tratados, pero los acuerdos firmados no los viene reconociendo Israel. Terminan siendo figurativos y sin ningún valor de facto. Al menos, todo parece indicarlo.

Ante este tema, y al parecer con ánimos de tratar de hacer cumplir la Hoja de Ruta, es que Barack Obama y Mahmud Abaas (presidente palestino) se reunieron y discutieron el conflicto árabe-israelí, reunión que a Bemjamin Netanyahu (Primer Ministro de Israel gracias a una coalición que le robó a Tzipi Livni el triunfo) no debe haberle caído muy bien. Y producto de dicha reunión es que se pronuncia Obama con ánimos de hacer cumplir los acuerdos firmados con anterioridad por palestinos e israelíes. Por su parte Hillary Rodham Clinton ha instado al gobierno israelí a poner fin a los asentamientos judíos en territorio palestino (uno de los compromisos establecidos en la Hoja de Ruta). Lo que ha originado una severa crítica por parte del lado israelí.

Es lamentable la falta de acuerdo, al respecto, de las dos partes. Lamentable también la violencia que estas situaciones generan. Pero también es de lamentar que los acuerdos no se cumplan. Y ante estas situaciones se pueden apreciar algunas declaraciones (dentro del asentamiento judío de Bet El) que se escuchan de los habitantes en los mencionados asentamientos:

“Nosotros no queremos hacerle caso a Hillary Clinton, vamos a tener familias muy grandes porque Dios así lo quiere, la Secretaria de Estado no sabe de lo que habla”, “Este es el Estado Judío y no es asunto de Hillary Clinton decirle a Israel qué hacer con sus asentamientos”, “Tenemos algo que ellos (palestinos y demás árabes) no tienen, tenemos a Dios de nuestro lado, en el momento en que ellos quieran lastimarnos, nosotros tomaremos revancha”

Algunas otras van más allá y resultan más singulares aún:

“Ella (Hillary Clinton) no sabe por qué nos expandimos aquí, ella no entiende por qué hacemos esto. Ella cree que toda esta tierra es árabe y eso no es cierto, esta tierra es de los judíos porque Dios nos la dio a nosotros, estaba inocupada y nosotros vinimos aquí en el 67, no habían casas árabes ni campos árabes y por eso los judíos vinimos y luego vinieron detrás de nosotros”.

Todos estos comentarios responden obviamente a las declaraciones del Gobierno de Obama, a través de Hillary Clinton, de respetar la Hoja de Ruta y la Declaración de Annapolis.

Todo este preocupante desenlace me hizo preguntarme: ¿Si la montaña no va a Mahoma, entonces la montaña se transformará en territorio israelí?

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